EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 13 de enero de 2017

FE CREATIVA Y COMPARTIDA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2, 1-12

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos.

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaúm, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni a la puerta. El les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.
Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados quedan perdonados". Unos letrados que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: "¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios?"
Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: "¿Por qué piensan eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico: "Tus pecados quedan perdonados", o decirle: "Levántate, coge la camilla y echa a andar?" Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..., entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa"". Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.
Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El Evangelio de Hoy nos presenta un cuadro realmente interesante: mirando a estos 4 que conducen al paralítico, nosotros podemos afirmar que la fe se vive en comunidad, que nostras deficiencias pueden ser suplidas por la fe de los otros, o simplemente, la fe los otro puede ayudar a que la nuestra sea más fuerte. Estos amigos no se dejan desanimar por la muchedumbre que impide su acceso a donde está Jesús, son capaces de trepar al techo y abrirlo con  tal de llegar hasta él. No es cuestión del paralítico, éste no habla, no pide nada. Jesús reacciona por la fe de quienes lo han llevado a él, es tocado por su fe, por su solidaridad con el enfermo y yo diría que Jesús actúa movido por la creatividad de estos hombres. Le restaura su dignidad ante Dios al perdonarle sus pecados, y le devuelve la salud física al decirle: “Contigo hablo, levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”. La fe de sus amigos dio vida al cuerpo y al espíritu del enfermo.

Esta acción de Jesús es, al mismo tiempo, una crítica a los escribas, de su tiempo y a quienes hoy no somos capaces de mover un dedo a favor de los otros necesitados. A los escribas poco o nada les importaba el enfermo y su situación de postración y sufrimiento. Estaban al acecho solo para condenar, mientras que Jesús es sensible a las necesidades del paralítico y a la audacia de sus compañeros. Y nosotros, ¿Qué hacemos por cambiar la suerte de los que sufren a nuestro lado?  ¿Cuál es nuestra creatividad para intentar producir el bien y el gozo en nuestros hermanos y hermana? No olvidemos que Dios ha puesto en nuestras vidas la sabiduría y la inteligencia para el servicio a la vida. Somos invitados a generar lo bueno, a construir la alegría con nuestra vida y acciones. Amén. 

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