EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 1 de febrero de 2016

ESPÍRITU INMUNDO, SAL DE ESTE HOMBRE

“El Evangelio de Hoy”: Mc 5,1-20 Lectura del santo evangelio según san Marcos: En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas vece...s lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes." Porque Jesús le estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre." Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Él respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos." Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca. Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: "Déjanos ir y meternos en los cerdos." Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia." El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban. Palabra del Señor. Reflexión La misión de Jesús como una misión profética a favor los pobres, de liberar de los oprimidos y de anunciar el año de perdón para todos y todas. En ese sentido, en nuestro texto de hoy Jesús vive su misión de liberación, de compasión y perdón. A partir del encuentro con este hombre atormentado por una situación deshumanizante, Jesús se enfrenta al mal de manera responsable y libera de su tormento a este infeliz. Hoy nos atormentan legiones de males, desde los males económicos hasta los males espirituales, pasando por la corrupción, la falta de vergüenza, la no ética y la falta de fraternidad… No podemos continuar descaradamente viviendo de espalda a estos males. Nuestra misión es continuar la de Jesús, enfrentando estos males con responsabilidad y decisión. Hablando la verdad frente a los mentirosos, y denunciando todo lo que se opone al Evangelio y deshumaniza a nuestros hermanos.

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