EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 16 de octubre de 2015

NO TENGAN MIEDO

“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 1-7

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse.  Por eso, lo que digan de noche se repetirá a pleno día, y lo que digan al oído en el sótano se pregonará desde la azotea. A ustedes les digo, amigos míos: no tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Les voy a decir a quién tienen que temer: teman al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tienen que temer, les lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo: no hay comparación entre ustedes y los gorriones." Palabra del Señor.

Reflexión

En este texto del evangelio de San Lucas la enseñanza de Jesús puede resumirse en tres puntos: 1) Frente a los fariseos que sobrevaloran su propia doctrina y desprecian incluso lo bueno de otros grupos religiosos, Jesús destaca que es mejor ser que parecer. 2) El temor de Dios no es en la Biblia un miedo hacia él, sino un reconocimiento de su poder para afirmar la vida, en particular cuando está amenazada por la violencia humana. 3) Quien cree debe tener presente que la memoria de Dios restaura lo que la historia humana sume en el anonimato. No concuerdan los valores del Reino con los de la cultura vigente. Mientras el mundo actual valora la imagen pública, el evangelio exalta la coherencia ínterior; mientras el pensamiento común minimiza la injusticia, el evangelio advierte sobre el alcance real de la maldad en el mundo. Solo actuando desde la justicia y la fraternidad que iguala e impulsa, podemos los cristianos ser un aporte a esta sociedad, humanizando la vida, como lo hace Jesús.

Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Hasta nuestros secretos mejor guardados se revelarán, todo está destinado a venir a la luz. No tenemos porqué tener miedo de nada ni de nadie, nuestra vida descansa en Jesús y él nos ama hasta dar la vida por nosotros y recuperarla para nuestra esperanza. Dios quiere a sus hijos e hijas libres de todo lo que le pueda reducir su dignidad. Libre de toda mentira, de toda hipocresía, libre de toda política clientelista y demagoga, libre de toda religión que condena y esclaviza, libre de toda economía despersonalizada… Pidamos a Santa Margarita María de Alacoque cuya memoria celebramos hoy que nos inspire a acoger las bondades del Corazón de Jesús.

jueves, 15 de octubre de 2015

ENCONTRARáN DESCANSO

“El Evangelio de Hoy”: Mt 11, 25-30

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo

En aquel tiempo, exclamó Jesús:   
- «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.          
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Todos sentimos algún tipo de cansancio en momentos concretos de nuestra existencia. Vivimos un exceso de actividades, relaciones, citas, encuentros, comidas. Por otra parte, el contestador automático, el móvil, el ordenador, el correo electrónico facilitan nuestro trabajo, pero introducen en nuestra vida una saturación. Estamos en todas partes, siempre localizables, siempre «conectados». No todos los cansancios se curan durmiendo o tomando vacaciones. 

Necesitamos, más que nada descansar interiormente. Sentir paz y llenarnos de confianza y esperanza. Cuando nuestros cansancios son producidos por los ajetreos de la vida, las actividades y el frenesí de las búsquedas insaciables de efectividad y logros, somos llamados a tomar conciencia de que no somos Dios. Tenemos que respetar los ritmos naturales de la vida. El aceleramiento desmedido puede desgastar hasta nuestras mayores capacidades.

Los seguidores y seguidoras de Jesús hemos de aprender de Él. No basta «desconectarse» de todo. A la vuelta de vacaciones todo seguirá igual. Necesitamos vivir más despacio y con mayor sabiduría. Aprender a «ordenar» nuestra vida: elegir lo importante, relativizar lo accidental, dedicar más tiempo a lo que nos da paz interior y sosiego. Cuando estamos cansados hasta de nosotros mismos y nos faltan respuestas a nuestras inquietudes más profundas, necesitamos volver a Jesús: «Venid aquí los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré». Hay una paz y un descanso que sólo se puede encontrar en el misterio de Dios acogido en Jesús. Con Santa Teresa de Jesús, cuya fiesta celebramos hoy, recordemos que, “Solo Dios Basta”.

miércoles, 14 de octubre de 2015

LA LEY Y LA TRAMPA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 42-46

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo dijo el Señor: "¡Ay de ustedes, fariseos, que pagan el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasan por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, que le encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de ustedes, que son como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un jurista intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros". Jesús replicó: "¡Ay de ustedes también, juristas que abruman a la gente con cargas insoportables, mientras ustedes no las tocan ni con un dedo!" Palabra del Señor.

Reflexión

La función de la Ley es garantizar la mínima igualdad en la vida social y comunitaria para alcanzar lo máximo en la vida diaria. El problema se plantea porque, como cualquier institución, la Ley puede ser evadida con las mismas formalidades con que se crean. Esta situación paradójica recuerda el dicho popular: “quien hizo la ley, hizo la trampa”.

El texto del evangelio de hoy presenta una serie de lamentaciones que hacen evidente un cumplimiento puramente formal de la Ley, en detrimento de un compromiso más auténtico y existencial. La primera de ellas, pone en evidencia que exigencias absolutas como la justicia y la misericordia se ven burladas por mecanismos absurdos como el pago de impuestos por condimentos y especias. Si bien estos impuestos son importantes en orden a la sustentación del culto y los ministros, la relación con el prójimo y con Dios se ven relativizadas, al no concretar cuál debe ser el trato, las actitudes, los comportamientos y las opciones, que garanticen la realización de la justicia y la igualdad.

martes, 13 de octubre de 2015

USTEDES LIMPIAN POR FUERA

 “El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 37-41

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: "Ustedes, los fariseos, limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosan de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Den limosna de lo de dentro, y lo tendrán limpio todo." Palabra del Señor.


Reflexión

¿Qué significa dar de lo de dentro? Me parece que es el don espiritual, el testimonio de vida, la coherencia entre lo que creemos y lo que somos y hacemos de cara a los demás. Ser puros no significa estar limpios por fuera, haberse bañado bien y perfumado. Para los fariseos, la pureza y el estado de gracia, la bondad,  estaba puesto en la observancia literal de la ley, especialmente lo referente al culto, a los ritos y, sobre todo, en costumbres de higiene.

“Den más bien en limosna lo que tienen y entonces todo será puro para ustedes”. Para ser fiel a lo que Dios pide de nosotros no basta observar sólo la letra de la ley. Esto sería lo mismo que limpiar el vaso o el plato por fuera y dejar el interior lleno de suciedad: robo y maldad. No basta no matar, no robar, no cometer adulterio, no jurar. Sólo observa plenamente la ley de Dios aquel que, más allá de la letra, va hasta la raíz y arranca desde dentro de sí los deseos de “robo y de maldad” que pueden llevar al asesinato, al robo, al adulterio. En el fondo, toda organización ética,  moral, política y religiosa debe hacerse a favor de la vida integral de toda la Creación de Dios. La plenitud de la ley se realiza en la práctica del amor.

lunes, 12 de octubre de 2015

SEÑALES QUE PIDEN CONVERSIÓN

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 29-32

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: "Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy quiere ayudarnos a reconocer nuestra necesidad de conversión y  cambio de vida. Las experiencias del pueblo de Dios pueden ayudarnos a entrar en un proceso serio de conversión. En el Evangelio de hoy, Jesús habla de dos episodios del pasado: el episodio de Jonás y el de la reina de Sabá, y los transforma en espejo para que la gente descubra en ellos el llamado de Dios a la conversión.
Jonás fue una señal para la gente de Nínive a través da su predicación. Al oír a Jonás, el pueblo se convirtió. Así, la predicación de Jesús estaba siendo una señal de la presencia de Dios para su gente, pero el pueblo no daba señales de conversión. ¿Y nosotros qué necesitamos para cambiar?

El libro de Jonás es una parábola que critica la mentalidad de aquellos que querían a Dios sólo para los judíos. En la historia de Jonás, los paganos se convirtieron ante la predicación de Jonás y Dios los acogió en su bondad y no destruyó la ciudad. Cuando vio que Dios acoge al pueblo de Nínive y no destruyó la ciudad, Jonás sintió un gran disgusto. Quería que Dios destruyera aquel pueblo pagano. Pero en su oración reconoce que Dios es misericordioso y compasivo que se arrepiente de sus amenazas. No se deja manipular por  tradiciones. Jesús no pide que todos sean cristianos. Pide que todos sean sus discípulos, personas que como él, irradien y anuncien la Buena Nueva del amor de Dios para todos los pueblos alrededor.

domingo, 11 de octubre de 2015

Y A NOSOTROS QUE NOS FALTA

“El Evangelio de Hoy” Mc 10, 17-30.

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre." Él replico: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño." Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: "Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme." A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!" Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: "Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios." Ellos se espantaron y comentaban: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús se les quedo mirando y les dijo: "Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo." Pedro se puso a decirle: "Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido." Jesús dijo: "Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más- casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El mensaje de Jesús es claro. No basta pensar en la propia salvación; hay que pensar en las necesidades de los pobres. No basta preocuparse de la vida futura; hay que preocuparse de los que sufren en la vida actual. No basta con no hacer daño a otros; hay que colaborar en el proyecto de un mundo más justo, tal como lo quiere Dios.

Buscaba luz a su inquietud religiosa, y Jesús le habla de los pobres. «Frunció el ceño y se marchó triste». Prefería su dinero; viviría sin seguir a Jesús. Tal vez ésta es la postura más generalizada entre los cristianos de hoy. Preferimos nuestro bienestar. Intentamos ser cristianos sin «seguir» a Cristo. Su planteamiento nos sobrepasa. Nos pone tristes porque, en el fondo, desenmascara nuestra mentira.

La crisis económica nos está invitando a los seguidores de Jesús a dar pasos hacia una vida más sobria, para compartir con los necesitados lo que tenemos y sencillamente no necesitamos para vivir con dignidad. Hemos de hacernos preguntas muy concretas si queremos seguir a Jesús en estos momentos. ¿Qué hacemos con lo que tenemos? ¿A quiénes podemos ayudar a comprar lo que necesitan? No haremos gestos heroicos, pero si damos pequeños pasos en esta dirección, conoceremos la alegría de seguir a Jesús contribuyendo a hacer la crisis de algunos un poco más humana y llevadera. Si no es así, nos sentiremos buenos cristianos, pero a nuestra religión le faltará alegría.

sábado, 10 de octubre de 2015

... MAS BIEN DICHOSOS ...

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 27-28

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, mientras hablaba a las turbas, una mujer de entre el gentío levantó la voz diciendo: "¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!" Pero él repuso: "Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!" Palabra del Señor.

Reflexión

Las bienaventuranzas son una forma especial de bendición, que se volvió distintivo de las primeras comunidades cristianas. Pero, mientras en el ambiente de la época se consideraba una bendición la riqueza, la fuerza física, el poder político, el origen racial o la nobleza de cuna, la comunidad cristiana valoró como bendición el amor universal, la solidaridad con los pobres y excluidos y la capacidad de discernir la voluntad de Dios en la escucha de la Palabra.

La mujer que interrumpe y aclama a Jesús bendice a la familia en la que él nació y, ciertamente, su hogar de proveniencia debió ser un lugar muy especial, en el que se cultivaron de manera extraordinaria todos los valores que después él propuso a toda la humanidad.

Pero la bendición que Jesús nos propone es la del cultivo asiduo de su palabra, escuchada en clima de oración y vivida en ambiente de comunidad. La vida cristiana ha desarrollado dos métodos complementarios de lectura orante de la Palabra: la “Lectio Divina” y la “Lectura Comunitaria y Pastoral de la Biblia”. Tenemos la bendición de Jesús, y la Iglesia nos proporciona algunos métodos de lectura y de oración: ¿A qué esperamos, para hacer de la Palabra el centro de nuestra vida? 

viernes, 9 de octubre de 2015

LA PRáCTICA QUE EVANGELIZA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 15-26

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: "Si echa los demonios, es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios".
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. El, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina, y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo hecho los demonios con el poder de Belzebú; y si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, sus hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "volveré a la casa de donde salí". Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio". Palabra del señor.

Reflexión

El Evangelio de hoy “nos invita a darle el debido lugar a Jesús. Sus opositores intentaban desprestigiarlo con acusaciones absurdas y colocándolo al nivel de los exorcistas populares que obraban por puro capricho”. Tenemos muchos conceptos aprendidos sobre Jesús. Nosotros también podemos estar desprestigiando a Jesús con nuestra manera de vivir si no llenamos de significado nuestro ser cristianos y cristianas.

Cuando sus contemporáneos lo acusan de formar parte del “reino del mal”, obrando con las fuerza del jefe de los demonios,  “Jesús les responde con argumentos, demostrándoles cómo la realización del bien no requiere medios mágicos, sino únicamente la fe en Dios” y la determinación para obrar según su voluntad. La vida de los creyentes no puede ser un ejercicio instintivo ni al azar. Es una vida consciente y decidida, con toda la confianza puesta en el Señor, pero dando pasos concretos y conscientes para realizar lo que creemos.

En nuestra época como en la de Jesús tenemos que revisar nuestra manera de vivir la fe. “En la vida cristiana tenemos el desafío no sólo de obrar el bien, sino también el deber de reconocerlo allí donde acontece, incluso, si las obras buenas realizadas no pertenecen a la religión cristiana; es un deber cristiano acoger y exaltar ese bien. Tenemos también el desafío de permitirle a Jesús que ponga orden en nuestra casa, en nuestro interior, en nuestra mente. El amor puede ser vivido y compartido con personas y colectivos sin que  sea propiedad privada de nadie. Que el Espíritu Santo nos oriente hacia una práctica cristiana capaz de aportar el bien y reconocer el bien que otros hacen en nuestras comunidades.

jueves, 8 de octubre de 2015

FIDELIDAD Y PERSEVERANCIA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 5-13

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de ustedes tiene un amigo y viene a medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada, mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, yo les digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre ustedes, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?"  Palabra del Señor.

Reflexión

Aunque el fondo de este texto evangélico nos invita a la oración constante, las actitudes y valores humanos que contiene son muy adecuados para nuestras relaciones con los demás. El evangelio destaca dos valores: la fidelidad y la perseverancia. Dos valores que en nuestros días son descuidados y  hasta sustituidos por el inmediatismo, la prisa y la eficacia mal entendida. Lo que observamos en la vida de Jesús es completamente diferente. Jesús se detiene frente a las personas que encuentra en su camino, mantiene su amistad y cariño, responde a los requerimientos de los necesitados.

 En este texto  la fidelidad se manifiesta en la recepción del huésped inesperado. No importa si llega sin avisar; para la cultura del pueblo de Jesús, los deberes de hospitalidad son sagrados. Por esta razón el anfitrión se anima a importunar a su vecino para atender al amigo que ha llegado. El visitante es merecedor de todas las atenciones y el cuidado que se preste a estas obligaciones revela la calidad humana del anfitrión. La perseverancia se manifiesta en la capacidad de no dejarse vencer por los obstáculos y de mantener siempre claros los objetivos de la tarea que se ha emprendido; no importa que una persona parezca inoportuna, si las metas que se proponen obedecen a un propósito noble. La confianza ayuda a perseverar sabiendo que en el fondo no inoportuna sino que espera pacientemente una respuesta a su  necesidad.

Hoy tenemos la oportunidad de revisar cómo vivimos nosotros estos valores de la fidelidad y la perseverancia. La fidelidad se aplica en toda relación humana. En la vida cristiana ocurre algo semejante. Jesús es nuestro huésped y llega a nosotros en la Palabra, en la eucaristía, en la persona necesitada. Para recibirlo bien, con frecuencia debemos asumir compromisos, pasar vergüenza e incluso importunar a otras personas, despertarlos, “sacarlos de su lecho”. Sin embargo, si asumimos los deberes de la hospitalidad para con nuestro Señor y Maestro, lo recibiremos correctamente y le daremos la prioridad que se merece. Finalmente  estaremos contentos de acogerlo en nuestra vida y compartirlo con nuestros hermanos y hermanas. Los otros también se beneficiarán de nuestra acogida fiel y perseverante.

martes, 6 de octubre de 2015

NUESTRA RELACIÓN CON JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 38-42

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano."
Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán." Palabra del señor.

Reflexión

¿De qué manera nos relacionamos nosotros con Jesús? ¿Cuál es la influencia que Jesús ejerce sobre nuestra manera de ser y de hacer las cosas? Otras muchas preguntas pueden aparecer a la hora de reflexionar e interiorizar este texto evangélico. No podemos seguir desperdiciando tiempo y esfuerzos tratando de  aclarar qué va primero, si la contemplación o la acción.  Lo que nos pide el Evangelio es reaccionar de manera coherente frente a Jesús y su propuesta. Vivir lo que creemos. Escuchar lo que Jesús nos dice para poder seguir sus pasos y compartir su misión.

Nosotros los cristianos y cristianas somos dados a reducir nuestra fe a ritos y costumbres. “El evangelio nos plantea un dilema de la vida cristiana: no basta con recibir a Jesús, ya que la mayor parte de la gente lo hace, incluso los no cristianos; es necesario elegirlo a él. Jesús llega a la casa de estas dos mujeres en calidad de huésped. Martha cumple religiosamente sus deberes de hospitalidad para con este invitado, pero no acude a su enseñanza; María, por el contrario, asume la condición de la discípula y se coloca a sus pies; la escucha de las palabras del maestro marca la diferencia con su hermana Martha.” Jesús no  está descalificando a Marta ni despreciando su servicio, él quiere que nuestras acciones se desprendan de la escucha de su palabra.

Pongamos mucha atención pues en la vida cristiana puede ocurrir otro tanto. “Hemos recibido a Jesús a través de rituales religiosos de amplio reconocimiento social. Incluso podemos exhibir una partida de nuestro bautismo y de otros sacramentos pero tal vez no podemos decir lo mismo respecto a escuchar la palabra que Jesús nos comunica en la Biblia y en la vida. La actitud de estas dos mujeres nos lleva a reflexionar sobre nuestra propia manera de relacionarnos con Jesús y sobre aquello que es más relevante para la vida cristiana. Escoger la mejor parte significa aprender a escuchar la palabra de vida que Jesús nos revela en los evangelios y en el encuentro con nuestra comunidad de fe.” Abramos el corazón y dejemos que Jesús nos enseñe a vivir y compartir dentro de un espíritu de fraternidad y justicia.

lunes, 5 de octubre de 2015

QUIEN ME NECESITA ES MI PRÓJIMO

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 25-37

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" Él le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella?" El letrado contestó: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo" Él le dijo: "Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida" Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo, dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó en una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más, yo te lo pagaré a la vuelta. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?" El letrado contestó: "El que practicó la misericordia con él". Jesús le dijo: "Anda, haz tu lo mismo". Palabra del Señor.

Reflexión

La gente pensaba que prójimo era solamente quien pertenecía a su raza, a su tribu, a su familia.   Se creía entonces que las obligaciones de las que habla la Biblia no se extendían estrictamente a las mujeres y a los niños. Jesús cambia esa manera de pensar al hacernos descubrir que todo ser humano, sin excepción, es nuestro prójimo y que nuestra vocación es ir hacia ese prójimo venciendo los obstáculos de credo, raza, nación o clase social. Así podemos vivir nuestra espiritualidad de manera efectiva y afectiva.

Quien me necesita es mi prójimo. Para Jesús las obligaciones con los demás provienen de nuestra dignidad de hijos e hijas de Dios. Nuestro común origen y destino en Dios nos hace hermanos. Y la obligación del creyente es descubrir cómo puede amar a Dios en el amor universal a la humanidad, superando esos afectos egoístas hacia su propia raza, cultura, nación o clase social. Dios nos ama a todos de la misma manera y especialmente a quienes tienen más urgencia de ser tenidos en cuenta. Así debe ser nuestra manera de relacionarnos con los que nos rodean.

La condición de prójimo no se establece por una situación previa de cercanía familiar o de amistad e ideología. Es la aproximación generosa y libre al que necesita la que nos hace prójimo de ellos. Prójimo fue el que practicó misericordia con un desconocido. La caridad comienza por el necesitado, sea quien sea y venga de donde venga. En nuestras comunidades tenemos que inventar nuevas maneras de reaccionar a favor de los que por una razón u otra, están más necesitados. La pobreza es una  espiral de la cual es difícil salir por cuenta propia. Hace falta la solidaridad, los planes comunitarios, el sostén de los que tienen una visión más amplia y unas opciones más claras. Echemos a andar la creatividad para hacernos real y efectivamente prójimo de quienes lo pasan peor en nuestros ambientes. Dios nos ilumines para seguir creciendo en este orden.

sábado, 3 de octubre de 2015

LA ALEGRÍA DEL DISCÍPULO

“El Evangelio de Hoy”: Lc10, 17-24

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre."
Él les contestó: "Veía a Satanás caer del cielo como un rato. Miren: les he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no les hará daño alguno.
Sin embargo, no estén alegres porque se les someten los espíritus; estén alegres porque sus nombres están inscritos en el cielo."
En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar." Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "¡Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ven ustedes, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron." Palabra del Señor.

Reflexión

Ante el éxito de los Setenta y Dos, Jesús cuida de que su misión y sus discípulos no caigan en la tentación del triunfalismo. Y, para contrarrestar esta amenaza, Jesús les ofrece dos antídotos que los preservarán de la tentación de la violencia y del prestigio, representada por el veneno de serpientes y escorpiones.

El primer antídoto es saber que se está obrando la voluntad de Dios. Lo más importante no es la espectacularidad de los logros alcanzados, sino la creación de un nuevo orden. Los nombres inscritos en el cielo simbolizan el libro de la vida, que es una nueva forma de ver, sentir y actuar la salvación mediante la lucha contra las fuerzas del mal. El segundo antídoto consiste en reconocer que con Jesús se inaugura un momento nuevo en la historia, en el que las personas que han asimilado sus enseñanzas, no obstante su condición humilde, son capaces de obrar de manera eficaz en la transformación de las realidades del mundo.

El libro de la vida y la sabiduría se convierten en las armas principales para el anuncio del evangelio de la paz, la justicia y el amor universal, dejando a un lado las obsoletas prescripciones legalistas, el poder del prestigio y el fanatismo nacionalista.

viernes, 2 de octubre de 2015

EVANGELIZADORES ATENTOS A SU MAESTRO

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 13-16

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo dijo Jesús: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Quien a ustedes les escucha, a mí me escucha; quien a ustedes les rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado". Palabra del Señor.

Reflexión

Jesús ha enviado a los 72  que representan al conjunto de creyentes que asume su papel de discípulos y discípulas. Les advierte sobre la posibilidad de que esta misión sea rechazada y generar incomprensiones y conflictos.” No sería la primera vez que esto ocurra. De ahí el ejemplo de las ciudades de Corozaín y de Betsaida donde se había desarrollado un gran esfuerzo profético y misionero sin que se abrieran al anuncio de salvación de parte de Dios, sino que continuaron con su religiosidad formal sin dar ningún signo de conversión a favor de la justicia y de la fraternidad. 

El evangelio nos invita a reconocer que, si bien la misión cristiana se identifica plenamente con la paz, fruto del amor universal y de la justicia, sin embargo, la respuesta puede ser negativa, debido principalmente a la mentalidad legalista y a la legitimación de la violencia institucional.” Somos invitados a ser críticos frente a toda tradición para intentar evitar perdernos en la práctica de una religiosidad desprovista de Dios, de su amor por los  necesitados y su vivencia constante de compasión y misericordia.

Recordemos lo fácil que resulta caminar con la gente donde ella va, sin tomar conciencia de lo que verdaderamente nos pide Dios en cada coyuntura histórica. Nosotros nos escandalizamos cuando escuchamos los relatos evangélicos que narran el proceso de juicio, condena y ejecución de Jesús en la cruz, “un hombre tan bueno”. No nos descuidemos. Fácilmente podemos caer en lo mismo. Lo primero y más importante no es cuidar nuestras instituciones ni guardar nuestro prestigio. Asumamos la práctica de lo que Jesús nos ha revelado como camino de salvación: el amor al prójimo como Dios mismo nos ama. No nos sorprendamos de los rechazos recibidos ni nos descuidemos de vivir lo que nosotros creemos.

jueves, 1 de octubre de 2015

PAZ A ESTA CASA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 1-12

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Pónganse en camino! Miren que les mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes.
Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario.
No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: "Está cerca de ustedes el reino de Dios."
Cuando entren en un pueblo y no les reciban, salgan a la plaza y digan: "Hasta el polvo de su pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre ustedes. De todos modos, sepan que está cerca el reino de Dios."
Les digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo." Palabra del Señor.

Reflexión

 El Evangelio de hoy nos envía a comunicar la paz, a mejorar la vida  de los demás, a promover la justicia y la fraternidad como elementos fundamentales para disfrutar de paz. Para vivir esta misión necesitamos poner la confianza en el que nos envía y no en los recursos que podamos aportar.

Existe, también, la concepción romana u occidental de “la paz que se identifica más con la tranquilidad, con la ataraxia griega, es decir, con la ausencia de conflicto y frustraciones. Este tipo de tranquilidad es indispensable para el desarrollo de la actividad comercial y política, pero no hace demasiado énfasis ni en el bienestar ni en la felicidad”. Sino que calcula lo que más conviene formalmente para que haya un ambiente favorable a las relaciones y actividades sociales y económicas.

El texto evangélico de hoy “nos propone una paz que es la síntesis y la superación de estas dos anteriores, porque el bienestar, la tranquilidad y la felicidad se alcanzan a partir del amor universal y de la justicia solidaria”. Practicando el evangelio y llevándolo a los demás como estilo de vida vamos construyendo esta paz que Jesús nos ofrece y que él mismo vivió aun en medio de sus pruebas y sufrimientos.