EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

domingo, 19 de octubre de 2014

LO QUE ES DEL CESAR Y LO QUE ES DE DIOS

El evangelio de Hoy Mateo 22,15-21 Lectura del santo evangelio según san Mateo En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?" Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: "Hipócritas, ¿por qué me tientan? Enséñenme la moneda del impuesto." Le presentaron un denario. Él les preguntó: "¿De quién son esta cara y esta inscripción?" Le respondieron: "Del César." Entonces les replicó: "Pues páguenle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios." Palabra del Señor. REFLEXIÓN Dos grupos históricamente enemigos se ponen de acuerdo para intentar hacer caer en errores a Jesús para luego acusarlo frente a las “autoridades” políticas: los fariseos nacionalistas y los partidarios de Herodes, el colaborador del imperio y traidor de su pueblo. ¿Es lícito o no pagar los impuestos al César? La respuesta de Jesús comienza desenmascarándolos: “hipócritas por qué me tientan”. Jesús no se engaña ante los fingidos elogios que le acaban de dirigir. Luego les pide que le muestren una moneda y le enseñan “un denario” (en los evangelios Jesús nunca toca el dinero) entonces Jesús les dice “lo del César devuélvanselo al César, y lo de Dios a Dios. ¿Qué es lo del César y qué es lo de Dios? Jesús sugiere que lo del César es el dinero y la opresión que viene del apego a los bienes. Devolviendo el dinero al César quedamos libres de ese dios para poder adorar a Dios en espíritu y verdad, no olvidemos que no podemos pretender servir a Dios y al dinero. Lo que pertenece a Dios es la vida, la conciencia, la memoria histórica, los pobres, los necesitados con su dignidad. En ningún momento podemos dejar en manos de los opresores a los más débiles. Nuestra misión es defenderlos y servirles.  En este Domingo Mundial de las Misiones somos invitados a saber utilizar los bienes de manera humana para servir a quienes padecen necesidades y amenazas de todo tipo. A Dios démosle el corazón y dejemos que él nos habite. Buen domingo.

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