Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
sábado, 31 de marzo de 2012
HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS
“El Evangelio de Hoy”: Juan 11,45-57
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, muchos judíos que
habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:
"¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos
creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la
nación." Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:
"Ustedes no entienden ni palabra; no comprenden que les conviene que uno
muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera." Esto no lo dijo
por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló
proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por
la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por
eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la
región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo
con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella
región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a
Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: "¿Qué les parece? ¿No
vendrá a la fiesta?" Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el
que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.Palabra del Señor.
Reflexión.
Estamos acostumbrados a
ver a nuestros líderes políticos, sindicales y sociales, buscar
reivindicaciones para sus miembros. Componer duros discursos para defender sus
causas y hasta arriesgar sus vidas por afianzar sus liderazgos. El problema es
que esos mismos líderes terminan negociando con sus oponentes y hasta uniéndose
a ellos a cambio de pagos personales y no a favor de los miembros de sus
sociedades como antes decían. Jesús
no se deja comprar. Actúa prudentemente alejándose un poco para seguir
anunciando su mensaje, pero sigue siendo fiel a su misión y a los suyos.
Ya no puede aparecer
en público pues han decidido abiertamente matarlo. La cuestión es encontrar la estrategia
para detenerlo sin alborotar al pueblo. Entonces buscan la forma de prenderlo.
¡Cuántas veces, en nuestros contextos sociales y eclesiales, se prefiere
acallar a una persona o a una comunidad por conveniencia, aunque se tenga que
sacrificar la justicia, los procesos llevados por los pueblos y la verdad! Pero
Jesús se mantiene firme, coherente, radical hasta el final. Apostar por la
verdad, la justicia, la paz y el amor, como valores supremos del Reino, tiene
su propio valor: ratificar el compromiso con la propia vida, asumir el
sacrificio o incluso la muerte para que brillen la justicia y la verdad. – He
aquí el desafío para los seguidores de Jesús en el mundo de hoy, que reclama y
necesita gente coherente”.
Que Dios nos acompañe a cada quien en su vocación y misión, para que podamos ser testigos verdaderos
del amor en el mundo y a estar dispuestos a vivir comprometidos con todas las
consecuencias que nuestra fe nos atraiga.
viernes, 30 de marzo de 2012
CREER EN JESÚS ANIMA LA CONVERSION
“El Evangelio de
Hoy”: Juan 10,31-42
Lectura del Santo Evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, los judíos
agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: "Les he hecho ver
muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedrean?"
Los judíos le contestaron: "No te apedreamos por una obra buena, sino por
una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios." Jesús les
replicó: "¿No está escrito en su ley: "Yo les digo: Son dioses"?
Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no
puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes
que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre,
no me crean, pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para
que comprendan y sepan que el Padre está en mí, y yo en el Padre."
Intentaron de nuevo detenerlo, pero
se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al
lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él
y decían: "Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste
era verdad." Y muchos creyeron en él allí. Palabra del Señor.
Reflexión:
Seguimos
leyendo el evangelio de Juan y desarrollando el conflicto con sus enemigos.
Está por llegar la hora para la cual vino Jesús. Los judíos no aceptan a Jesús.
Es que aceptarlo sería aceptar que hay que cambiar el orden de las cosas. Que
el mundo que han forjado, en el que detentan poder y privilegios, en el que
tienen una posición preponderante, afortunada, debe cambiar…Cambiar para
promover a los pobres, a los desposeídos. ¿Por qué abrían de ceder? ¿Por qué lo
decía Jesús?
No es fácil
convivir con un sujeto que en toda ocasión nos recuerda que no estamos viviendo
según nuestra fe, que no es eso lo que
Dios quiere, que hace falta cambiar. Las palabras de Jesús a tal punto les
“quilla”, que ya no son indiferentes, sino que quieren matarlo…”Muerto el
perro, se acabó la rabia”, como decimos a veces. Es que, para ellos,
dialogar sería aceptar algo que es inadmisible: que están equivocados; que hay
otra perspectiva; que hay que servir en vez de hablar y hablar y hablar.
El texto del Evangelio de Hoy, Jesús se tiene
que escabullir. Escapa por segunda vez, cuando hastiados, los judíos, están
dispuestos a eliminarlo allí mismo. Jesús es un enemigo del poder dominador, del de todo poder que deshumaniza.
Jesús ha venido a revolucionar el mundo, a cambiarlo todo. Sencillamente
intolerable, para quienes se encuentran en la parte superior de la pirámide.
Este es el mensaje que estamos por celebrar estos días, que se reedita cada
segundo en el mundo. ¡Dios nos ha amado hasta el extremo! Y esto es lo que nos pide
que hagamos entre nosotros…amarnos unos a otros, como Él nos ha amado. Que
Jesús nos guie en la toma de conciencia de su amor por nosotros y eso nos abra
a su Evangelio y a su Reino.
jueves, 29 de marzo de 2012
Vayamos más allá del Lenguaje formal
“El
Evangelio de Hoy”:
Juan 8,51-59
Lectura del santo evangelio según
san Juan:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Se lo
aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre."
Los judíos le dijeron: "Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán
murió, los profetas también, ¿y tú dices: "Quien guarde mi palabra no
conocerá lo que es morir para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre
Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?"
Jesús contestó: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi
gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien ustedes dicen:
"Es nuestro Dios", aunque no lo conocen. Yo sí lo conozco, y si
dijera: "No lo conozco" sería, como ustedes, un embustero; pero yo lo
conozco y guardo su palabra. Abrahán, su padre, saltaba de gozo pensando ver mi
día; lo vio, y se llenó de alegría." Los judíos le dijeron: "No
tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?" Jesús les dijo:
"les aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo." Entonces
cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo. Palabra
del Señor.
Reflexión
El
Evangelio de hoy continúa desarrollando el conflicto entre Jesús y sus adversarios.
Mientras más se acerca la Semana Santa mayor será el drama de oposición que
muestren los textos de San Juan para irnos llevando hasta la ejecución de Jesús
como consecuencia de su visión o su experiencia de Dios que es totalmente
diferente que la de los judíos ordinarios.
Ya
decíamos ayer que el Evangelio de San Juan está lleno de expresiones profundas
y simbólicas que hay que entender el conjunto de su escrito. “Los oyentes de Jesús no entienden su
lenguaje. Son dos niveles de lenguaje que no encuentran coincidencia. Jesús
habla con un lenguaje profundo, simbólico, trascedente. Sus adversarios se
mueven en el nivel del lenguaje convencional, formal, superficial. Por eso es
imposible que se puedan entender”. De toda manera, lo importante es que su vida
responde a la voluntad de Dios. Su solicitud por los más pobres y necesitados
nos muestra la misericordia de Dios. Su comprensión de la realidad que golpea,
especialmente a los más débiles, nos ayuda a recordar que Dios es la defensa de
su pueblo. Él no nos deja abandonados.
No
nos olvidemos de que Jesús es nuestro Maestro, nuestro líder. Para vivir
nuestra fe nos fijamos en él, en su forma y en el contenido de su misión. “De alguna manera, nosotros también estamos
llamados a vivir esa profunda experiencia de comunión vital con Dios para
mostrar su rostro a la humanidad. La misión evangelizadora, por lo tanto, no
consiste en elaborar y pronunciar discursos acerca de Dios, sino de mostrar en
las actitudes humanas la acción salvífica, liberadora de Dios”. Pidámosle
al señor que nos guíe con su Espíritu para poder profundizar nuestra vida en la
fe y vivir una práctica religiosa al estilo de Jesús. Amén
miércoles, 28 de marzo de 2012
LA LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS
“El Evangelio de Hoy”: Juan 8,31-42
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los
judíos que habían creído en él: "Si se mantienen en mi palabra, serán de
verdad discípulos míos; conocerán la verdad, y la verdad les hará libres."
Le replicaron: "Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de
nadie. ¿Cómo dices tú: "Serán libres"?" Jesús les contestó:
"les aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en
la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo les hace
libres, serán realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo,
tratan de matarme, porque no dan cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he
visto junto a mi Padre, pero ustedes hacen lo que le han oído a su padre." Ellos replicaron: "Nuestro
padre es Abrahán." Jesús les dijo: "Si fueran hijos de Abrahán, harían
lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratan de matarme a mí, que les he hablado de
la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Ustedes hacen lo que
hace su padre." Le replicaron: "Nosotros no somos hijos de
prostitutas; tenemos un solo padre: Dios." Jesús les contestó: "Si
Dios fuera su padre, me amarían, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no
he venido por mi cuenta, sino que él me envió."
Reflexión
El evangelio de este día se centra en la filiación. La paternidad de Abraham es en el orden de la fe y requiere un compromiso
personal. Jesús nos revela una nueva condición a esta relación de filiación con Dios, la
fidelidad a su palabra: "Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente
mis discípulos, conocerán la verdad y la verdad les hará libres."
Al liberar el hombre interior de la esclavitud del pecado, Jesús le da acceso a la
filiación con Dios, incluyendo su cruz revela el misterio. Aquellos
que reconocen la verdad en las palabras de Jesús serán libres. Ser
libre requiere la elección del discipulado, la elección de la verdad que Jesús
revela.
La verdad y la libertad son dos valores muy profundos en el evangelio de Juan. Es
la verdad la garantía de la libertad. La verdad no es un conjunto de
afirmaciones teóricas o de representaciones mentales que concuerdan con la
realidad material u objetiva. La verdad, en el evangelio, hay que entenderla
como manera correcta de proceder, transparencia de vida en la que no cabe
engaño ni doble moral, coherencia entre lo que se piensa, se siente, se dice y
se hace. Jesús no solo dice verdades, sino que él es la verdad, porque es
transparencia del mismo Dios Padre. Ser libre no es hacer el propio capricho
sin ningún tipo de límites. Ser libre es tomar distancia de todo lo que pueda
encadenar, atrapar, esclavizar. La libertad también implica vivir con
autenticidad, sin engaños y sin conveniencias
La libertad que Jesús nos da está ligada a su relación con el Dios Padre que es el
amor y obediencia.
Esta discusión con los convertidos judíos nos enseña que el ser hijo de Dios no es
una herencia, una adquisición capitalizable, o incluso un estado, sino un
movimiento de obediencia, un don de sí en el amor, el cumplimiento la voluntad del Padre a favor de la vida y nunca
en su contra. Nuestro empeño deberá estar orientado hacia la búsqueda de la verdad, para encontrar la
auténtica libertad de los hijos de Dios.
martes, 27 de marzo de 2012
EL MUNDO DE ARRIBA Y EL DE ABAJO
“El Evangelio de Hoy”: Juan
8,21-30
Lectura del santo evangelio según
san Juan:
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Yo me voy y me buscarán, y morirán
por su pecado. Donde yo voy no pueden venir ustedes." Y los judíos
comentaban: "¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy
no pueden venir ustedes"?" Y él continuaba: "Ustedes son de aquí
abajo, yo soy de allá arriba: ustedes son de este mundo, yo no soy de este
mundo. Con razón les he dicho que morirán por sus pecados: pues, si no creen
que yo soy, morirán por sus pecados."
Ellos
le decían: "¿Quién eres tú?" Jesús les contestó: "Ante todo, eso
mismo que les estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en ustedes;
pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de
él." Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo
Jesús: "Cuando levanten al Hijo del hombre, sabrán que yo soy, y que no
hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me
envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le
agrada." Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él. Palabra del
Señor.
Reflexión.
No es
nada fácil entender el lenguaje simbólico utilizado por Juan evangelista. El mundo
de arriba, el de Jesús, es el mundo de Dios, el mundo de la vida con calidad y
futuro. El otro mundo, el de abajo, el de los judíos y sus seguidores, es un
mundo limitado, oscuro y transitorio, deficiente. Cuando nos situamos en este
mundo, compuesto de antivalores, de codicia, de injusticias y desigualdades
generadoras de violencia e inseguridad, no acogemos la Buena noticia aportada
por Jesús.
Jesús
se autodefine como trascendente, está por encima de este mundo debido a su práctica
humanizadora. Cuando nos conformamos con lo temporal, no trascendemos nada pero
si acogemos el estilo de vida de Jesús, fraterno, cercano, justo, compasivo y
preocupado siempre por hacer llevadera la vida de los demás, entonces vamos asumiendo
una existencia ilimitada o eterna.
El
evangelio de hoy es un fuerte llamado a creer en Jesús y en su mensaje. Creerle
significará hacer nuestra su causa, su modo de vida, su manera de relacionarse
con los demás y su alegría desbordante. Su gozo estaba basado en su obediencia
a Dios a quien él llama Abba, Padre.
Casi
en la puerta de la Semana Santa, dispongámonos a avanzar en nuestra experiencia
de fe, no sigamos dejando para después lo que podemos disfrutar hoy. Dejemos
que nuestro Maestro nos influya interiormente para poder asumir su enseñanza.
Así estaremos asumiendo decididamente nuestra identidad divina: creados a
imagen y semejanza de Dios.
lunes, 26 de marzo de 2012
Dios anuncia la Vida
“El Evangelio de Hoy”: Lucas 1,26-38
Lectura del santo evangelio según
san Lucas:
A los seis meses, el ángel Gabriel
fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se
llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena
de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se
preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María,
porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz
un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del
Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la
casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al
ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le
contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un
hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada
hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.
Reflexión.
Como ayer 25 de marzo fue domingo, hoy celebramos
la fiesta de la anunciación a María del nacimiento de Jesús. La presencia de
Dios entre nosotros los humanos es tan, tan importante, que hasta tenemos una
fiesta para celebrar el día de su anuncio. Dios “decidió” habitar en medio de
la humanidad, inserto en una familia, en un pueblo y una cultura. Asume la
condición humana en todas sus dimensiones para salvar a la humanidad desde
dentro, desde abajo, desde el mismo corazón del mundo. Para Dios nada es imposible nos recuerda el
evangelio de la anunciación.
María es escogida por Dios para esta importantísima
tarea de dejar crecer y nacer a Jesús. Y como mujer creyente que esperaba el
cumplimiento de las promesas de Dios, María acepta el reto y asume el
compromiso. Ella es una jovencita adolescente de Nazaret, una campesina de una
aldea insignificante de Palestina es capaz de intuir la propuesta de Dios y
responder con todo su ser a la misión cuyas dimensiones no alcanza a comprender
del todo. Ante tantas situaciones indeseadas y deshumanizantes, ¿Cuáles anuncios
escuchamos de parte de Dios en nuestra época? ¿Qué estamos anunciando nosotros
hoy? Recordemos que Dios no anuncia condenas ni catástrofes sino salvación y
presencia.
María se convierte en auténtica creyente, que
espera que Dios realice sus promesas, se constituye en modelo y paradigma de
creyente porque, como Abrahán, confía plenamente en la promesa de Dios y coloca
todas sus posibilidades y cualidades al servicio de esta causa. Nosotros
estamos invitados hoy por este evangelio, a descubrir el anuncio de Dios hoy.
Qué es lo que Dios nos está anunciando hoy como salvación para todo su pueblo. Dios nos llama, nos elige,
nos propone, pero espera nuestra respuesta libre y voluntaria. Luchemos contra
la desesperación, la indiferencia y el desinterés. Impliquémonos como María en
los proyectos de Dios. Demos nosotros también nuestro sí a Dios.
domingo, 25 de marzo de 2012
EL ATRACTIVO DE JESÚS
“El Evangelio de Hoy”: Juan 12,20-33
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta
había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea,
le rogaban: "Señor, quisiéramos ver a Jesús." Felipe fue a decírselo
a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó:
"Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro
que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si
muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece
a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera
servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a
quien me sirva, el Padre lo premiará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta
hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu
nombre." Entonces vino una voz del cielo: "Lo he glorificado y
volveré a glorificarlo." La gente que estaba allí y lo oyó decía que había
sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la
palabra y dijo: "Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va
a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera.
Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí." Esto lo
decía dando a entender la muerte de que iba a morir. Palabra
del Señor.
Reflexión Invitada.
EL ATRACTIVO DE JESÚS
Unos
peregrinos griegos que han venido a celebrar la Pascua de los judíos se acercan
a Felipe con una petición: «Queremos ver a Jesús». No es curiosidad.
Es un deseo profundo de conocer el misterio que se encierra en aquel hombre de
Dios. También a ellos les puede hacer bien.
A
Jesús se le ve preocupado. Dentro de unos días será crucificado. Cuando le
comunican el deseo de los peregrinos griegos, pronuncia unas palabras
desconcertantes: «Llega la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre».
Cuando sea crucificado, todos podrán ver con claridad dónde está su verdadera
grandeza y su gloria.
Probablemente
nadie le ha entendido nada. Pero Jesús, pensando en la forma de muerte que le
espera, insiste: «Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos
hacia mí». ¿Qué es lo que se esconde en el crucificado para que tenga ese
poder de atracción? Sólo una cosa: su amor increíble a todos.
El
amor es invisible. Sólo lo podemos ver en los gestos, los signos y la entrega
de quien nos quiere bien. Por eso, en Jesús crucificado, en su vida entregada
hasta la muerte, podemos percibir el amor insondable de Dios. En realidad, sólo
empezamos a ser cristianos cuando nos sentimos atraídos por Jesús. Sólo
empezamos a entender algo de la fe cuando nos sentimos amados por Dios.
Para
explicar la fuerza que se encierra en su muerte en la cruz, Jesús emplea una
imagen sencilla que todos podemos entender: «Si el grano de trigo no cae en
tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto». Si el
grano muere, germina y hace brotar la vida, pero si se encierra en su pequeña
envoltura y guarda para sí su energía vital, permanece estéril.
Esta
bella imagen nos descubre una ley que atraviesa misteriosamente la vida entera.
No es una norma moral. No es una ley impuesta por la religión. Es la dinámica
que hace fecunda la vida de quien sufre movido por el amor. Es una idea
repetida por Jesús en diversas ocasiones: Quien se agarra egoístamente a su
vida, la echa a perder; quien sabe entregarla con generosidad genera más vida.
No es difícil comprobarlo. Quien vive exclusivamente para su bienestar, su
dinero, su éxito o seguridad, termina viviendo una vida mediocre y estéril: su
paso por este mundo no hace la vida más humana. Quien se arriesga a vivir en
actitud abierta y generosa, difunde vida, irradia alegría, ayuda a vivir. No
hay una manera más apasionante de vivir que hacer la vida de los demás más
humana y llevadera. ¿Cómo podremos seguir a Jesús si no nos sentimos atraídos
por su estilo de vida? JOSÉ ANTONIO
PAGOLA
sábado, 24 de marzo de 2012
JSUS PROVOCA CONFLICTOS ¿Y NOSOTROS?
“El Evangelio de Hoy”: Juan
7,40-53
Lectura del santo evangelio según
san Juan:
En aquel tiempo, algunos de entre la
gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: "Éste es de verdad
el profeta." Otros decían: "Éste es el Mesías." Pero otros
decían: "¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura
que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?"
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo,
pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a
los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: "¿Por qué no lo han
traído?" Los guardias respondieron: "Jamás ha hablado nadie como ese
hombre." Los fariseos les replicaron: "¿También ustedes se han dejado
embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no
entiende de la Ley son unos malditos." Nicodemo, el que había ido en otro
tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: "¿Acaso nuestra ley
permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha
hecho?" Ellos le replicaron: "¿También tú eres galileo? Estudia y
verás que de Galilea no salen profetas." Y se volvieron cada uno a su
casa. Palabra del Señor.
Reflexión.
Jesús lo había dicho, no he
venido a traer la paz sino la guerra. Él es causa de división y controversia, incluso para sus mismos
adversarios. Su sabiduría, es decir, su coherencia de vida es tal que hasta los que le desprecian y le persiguen quedan
confundidos y sus argumentos resultan superficiales al buscar acusarle. El
pueblo lo admira, los dirigentes lo temen, muchos lo evitan, porque sus
palabras son fuertemente cuestionadoras, tocan fibras interiores, desbaratan
falsas seguridades, derriban estructuras mentales que impiden que la verdad del
evangelio se transparente.
Nosotros que somos seguidores de Jesús, cristianos y cristianas de hoy
debemos estar conscientes de que la vida cristiana se vive en tensión como la
vivió Jesús. Lo nuestro no es triunfar, ser reconocidos, conquistar a todo el
mundo para nuestra Iglesia, lo nuestro es dar testimonio de lo que creemos y
nosotros creemos en Jesús y su proyecto de Reino de Dios. Hoy se necesitan
hombres y mujeres que sean capaces de testimoniar, es decir, vivir con
autenticidad el mensaje liberador de Jesús, aunque haya que pagar el precio de
la persecución y el martirio.
Analicemos la división que se vive hoy dentro de nuestro cristianismo.
¿Es por causa de Jesús, de la verdad, del compromiso con los más pobres y necesitados? ¿Acaso la división
entre nuestras iglesias se da por aferrarnos a la causa de Jesús? La historia
nos muestra, más bien, lo contrario. Nos dividimos por cuestiones materiales
como el dinero, las posesiones; por cuestiones pasajeras, por formalidades de
prácticas religiosas y cultuales. Nos dividimos por aferrarnos a tradiciones y
prácticas, por comidas y bebidas. Sabemos muy bien que el Reino de Dios no es
cuestión de esas cosas sino de justicia y paz y vida en el Espíritu de
fraternidad. Ojalá la gente se fuera de nuestros
grupos y comunidades cristianas acusándonos de ser demasiados cariñosas
y cariñosos; diciendo que compartimos todo y nos perdonamos unos a otros los errores cometidos. Si sucediera así
estaríamos muy cerca de nuestro Maestro al cual decimos seguir.
Tengamos una oración especial en estos días por el Papa en su
peregrinación por México y Cuba. Para que el Señor le conceda ser verdadero
testigo de su amor por las gentes. Para que no se quede en la emoción de las
muchedumbres que se les reúnen, sino que sepa llevar un mensaje de apoyo a los
que necesitan esperanza y estímulo. Que su presencia sea profética ante quienes
intentan manipularlo a favor de sus capitales. Finalmente, pidamos juntos a
Jesús que inspire al papa y a sus acompañantes para resistir toda muestra de
culto a personalidades y así rendir culto al Dios del amor y de la vida. Amén. Que
Dios nos bendiga.
viernes, 23 de marzo de 2012
La Hora de Jesús
Viernes 23 de Marzo del 2012. “El Evangelio de Hoy”: Juan
7,1-2.10.25-30
Lectura
del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no
quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la
fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la
fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:
"¿No es éste el que intentan matar? Pues miren cómo habla abiertamente, y
no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el
Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando
llegue, nadie sabrá de dónde viene." Entonces Jesús, mientras enseñaba en
el templo, gritó: "A mí me conocen, y conocen de dónde vengo. Sin embargo,
yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése ustedes no
lo conocen; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado."
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no
había llegado su hora. Palabra del Señor.
Reflexión
La hora de Jesús es el momento en
que Dios es glorificado por sus actos. Este tema muy presente en el Evangelio
de Juan. Recordamos que en el texto de las bodas de Caná Jesús va a decir a su
madre que no había llegado su hora.
Me parece que puede ayudarnos, este
texto a pensarnos en obediencia a Dios y a su voluntad. Nuestra misión no es
propia, es parte de la misión de Jesús, es, como Jesús, escuchar la voluntad de
Dios y luchar por vivirla libremente. El hecho de poder entregar la vida
obedientemente como servicio a Dios, es verdaderamente la hora del amor, de la
libertad plena y el abandono a lo que Dios quiera.
¿Hasta qué punto somos capaces de
descentraros y situar en el centro a Jesús? Casi siempre pensamos que si
supiéramos realmente lo que Dios quiere no seríamos capaces de negarnos a
realizarlo. Nos gustaría que se nos apareciera dios y nos dijera: quiero esto y
esto, esa es mi voluntad. Pero sabemos que Dios no actúa de esa manera, no
juega con nuestra libertad ni con nuestras capacidades. En este resto de
Cuaresma que nos queda, tomemos conciencia de la misión que Cristo nos ha
confiado en este mundo. Estemos abiertos a hacer su voluntad cuéstenoslo que
nos cueste. La autenticidad de vida cristiana se paga con la persecución, el
destierro y el martirio. La fidelidad al seguimiento de Jesús tiene un alto
precio; pero ahí se pone a prueba la consistencia de la propuesta evangélica de
Jesús.
jueves, 22 de marzo de 2012
Recibir y dar Testimonio de Jesús
“El Evangelio de Hoy”: Juan 5,31-47
Lectura del santo evangelio según
san Juan:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los
judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay
otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Ustedes
enviaron mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo
dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que ustedes se salven.
Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron gozar un instante
de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras
que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de
mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado
testimonio de mí. Nunca han escuchado su voz, ni visto su semblante, y su
palabra no habita en ustedes, porque al que él envió no le creen.
Estudian las Escrituras pensando
encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no
quieren venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, les
conozco y sé que el amor de Dios no está en ustedes. Yo he venido en nombre de
mi Padre, y no me recibieron; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo
reciben. ¿Cómo podrán creer ustedes, que aceptan gloria unos de otros y no
buscan la gloria que viene del único Dios? No piensen que yo les voy a acusar
ante el Padre, hay uno que los acusa: Moisés, en quien tienen su esperanza. Si
creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dan
fe a sus escritos, ¿cómo darán fe a mis palabras?" Palabra del Señor.
Reflexión.
San Juan nos sigue exponiendo su catequesis sobre el testimonio de Jesús
en el mundo. Nos muestra hasta qué punto vivió Jesús su unión con Dios. Él toma
conciencia de que es Dios mismo quien actúa en él y por eso se mantiene atento
tratando de discernir cuál es la voluntad de Dios para asumirla con todas sus
consecuencias. Muchos envidiosos querían acusar a Jesús de todo tipo de
violaciones a la ley de su pueblo, pero chocaban con su testimonio de vida, con
sus actuaciones siempre a favor de los demás, sanando, animando, explicando la
Palabra de Dios, apostando a la justicia, a la igualdad y a la cercanía de los
otros sin juzgarlos no condenarlos en ningún momento.
Eso es lo que quiere dar testimonio, hablar a favor o en contra de otra
persona conocida, actuar en consecuencia con una persona o realidad conocida,
mostrar la experiencia sobre otra persona u otra realidad para reafirmarla
positiva o negativamente. Jesús da testimonio de la luz, de la verdad, de que
Dios nos ha creado y nos acompaña para la vida. Dios, el Padre de Jesús y
nuestro Padre, da testimonio de Jesús a través de las obras que le concede
realizar en su nombre. Las prácticas de Jesús son las prácticas del mismo Dios
pues manifiestan el rostro de Dios y los sentimientos de su corazón amoroso y
misericordioso.
A nosotros nos falta la práctica, tenemos muchos conceptos, muchas “verdades”,
un lenguaje, hasta cierto punto claro, pero una historia que niega la voluntad
de Dios. En nuestros pueblos mayoritariamente cristianos no se ve la justicia
que Dios nos ha enseñado y que nosotros teóricamente aceptamos y estamos muy de
acuerdo con ella. No se ve la igualdad, la preocupación por los más necesitados,
vulnerables, frágiles, empobrecidos, no se nota que actuemos con la verdad que
nos ha enseñado Jesús. Todo esto es no que nos falta para ser testigos, para
ser realmente seguidores de nuestro Maestro. Por lo tanto, nos falta
conversión, cambio, apertura al Espíritu de Dios y decisión para vivir nuestra
fe. En realidad, es nuestra manera de ser y de convivir con los demás quien
debe hablar, en nosotros, de Dios. Avancemos hacia la Pascua, aún nos queda
tiempo.
lunes, 19 de marzo de 2012
Sanar a los paralíticos de hoy.
Martes 20 de marzo del 2012. “El Evangelio de Hoy”:
Juan 5, 1-3.5-16
Lectura
del santo Evangelio del Santo Evangelio según San Juan:
Era el día
de fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a
la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betsaida, que tiene cinco
pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos,
esperando la agitación del agua. Había allí un hombre que llevaba treinta y
ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho
tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?». Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo
a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy,
otro baja antes que yo». Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda». Y
al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar.
Pero era
sábado aquel día. Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es
sábado y no te está permitido llevar la camilla». Él le respondió: «El que me
ha curado me ha dicho: ‘Toma tu camilla y anda’». Ellos le preguntaron: «¿Quién
es el hombre que te ha dicho: ‘Tómala y anda?’». Pero el curado no sabía quién
era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. Más
tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques
más, para que no te suceda algo peor». El hombre se fue a decir a los judíos
que era Jesús el que lo había curado. Por eso los judíos perseguían a Jesús,
porque hacía estas cosas en sábado. Palabra del Señor
Reflexión.
Nada más ni
nada menos que 38 años paralizado. Cuanto sufrimiento, cuanta dependencia,
cuanta imposibilidad y vergüenza habrá pasado este infeliz. No poder movernos
nos esclaviza a tener que esperarlo todo de los demás. El Evangelio de tal vez
quiera cuestionarnos sobre nuestra capacidad para reaccionar frente a nuestra
realidad. Este hombre llevaba 38 años de estar paralítico y nadie se había
movilizado para ayudarlo a sanar. Cuantos años llevamos nosotros de estar
paralíticos, de depender de los demás en diferentes ángulos de nuestras vidas? ¿Qué
hacemos por las personas que viven enfermas en nuestras comunidades y familias?
Jesús se
revela como “agua que da vida”. Su palabra es palabra de vida. Este hecho
despierta la inconformidad de los dirigentes judíos, adversarios de Jesús. No
cuestionan que haya curado al paralítico, sino que lo haya hecho en sábado, el
gran día del descanso de los judíos en honor de Dios. Jesús interpela tanto al
paralítico curado como a los incrédulos judíos. Al primero le advierte que su
liberación-sanación ha sido integral; ahora tiene la oportunidad de iniciar una
vida nueva. A los dirigentes religiosos les declara que el Padre no cesa de
trabajar. Dios es un Dios en permanente actividad creadora y salvífica. –
Nuestras comunidades deben ser fuentes de vida y de esperanza para todos.
Por eso nosotros, como seguidores de Jesús tenemos
que ser creativos todos los días a favor de la vida, de la salud, del perdón y
todo lo demás que cause alegría, ilusión y esperanza pues Dios quiere que las
personas vivan abundantemente. Todo lo que podamos hacer para ayudar a alguien
a sentirse bien y a recuperar el entusiasmo por la vida, será buena noticia en
el proceso de acercamiento hacia Dios. Que el Espíritu Santo nos acompañe en
nuestro itinerario hacia la Pascua de Jesús que es también la nuestra…
Continuemos, como Jesús, ayudando la gente a caminar, a liberarse de todo lo
que le paraliza y le inmoviliza.
domingo, 18 de marzo de 2012
FIESTA DE SAN JOSÉ
“El
Evangelio de Hoy”: Mt 1,16.18-21.24ª.
Lectura del santo evangelio según
San Mateo.
Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Jesucristo fue engendrado así: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.
Palabra del Señor
Reflexión
Hoy estamos celebrando la
Fiesta de San José, esposo de la virgen. San José forma parte de un gran grupo
de hombres y mujeres creyentes, que, desde Abraham, supieron poner su fe y su
esperanza en Dios. Por la fe, confiaron en las promesas de Dios. Nosotros, que
hemos visto la realización de las profecías en Jesús, vivamos también en esta
fe que nos impulsa a caminar.
José, recibe a Jesús como hijo
y le pone el nombre. Este reconocimiento equivale a lo que hoy significa darle
a un niño el apellido: queda incorporado a la familia. Así, por la obra de
José, Jesús queda incluido en la descendencia davídica. Él será el rey que dará
cumplimiento a las promesas de Dios.
De san José se dice que era un “hombre justo”.
Esto significa que era un hombre recto, coherente con su fe en el Dios de la
Alianza. Fiel cumplidor de la ley, “temeroso de Dios”. José se muestra
compasivo y comprensivo con María. Se abre al misterio de Dios y colabora con
el plan de salvación de Dios aceptando la misión de acompañar a María en su
proceso de gestación y maternidad. Era un artesano, ocupado de “oficios
varios”. Aldeano, campesino, trabajador. José nos enseña a vivir el compromiso de
fe desde el silencio y la sencillez.
viernes, 16 de marzo de 2012
AMARÁS A DIOS - AMARÁS AL PRÓJIMO
“El Evangelio de Hoy”: Marcos 12, 28b-34
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, un escriba se acercó a
Jesús y le preguntó: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?"
Respondió Jesús: "El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro
Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste:
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que
éstos."
El escriba replicó: "Muy bien,
Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera
de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo
el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y
sacrificios." Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
"No estás lejos del reino de Dios." Y nadie se atrevió a hacerle más
preguntas. Palabra del Señor.
Reflexión.
Los humanos siempre hemos estado interesados en saber cuál es la voluntad de Dios. Nos gusta estar claros, tener
como lo más importante en síntesis para tratar de cumplirlo y así no tener
miedos de ser sorprendidos fuera de base por Dios… No es la mejor manera de
enfocar el asunto, pero es provechoso esforzarnos por centrarnos en lo esencial
a vivir como relación con Dios. No se trata de cumplir con él por miedo a ser
castigados o rechazados; de lo que se trata es de actitudes frente al Dios de
la vida que quiere lo mejor para nosotros. Se trata también, de lograr una
apertura tal que nos ayude a aprovechar la oferta de salvación que Dios nos
hace de manera gratuita.
Lo más importante, de acuerdo con “El Evangelio de Hoy”, es el amor. Es por amor que Dios se nos ha revelado, Él es
amor, conocerlo es asumir la vida en el amor, no solo saberlo. El amor a Dios implica la totalidad de la
persona. Nada puede sustituir al amor de Dios. El amor a Dios trae
consecuencias directas para las relaciones de las personas: el amor al próximo
guarda estrecha coherencia con el amor a Dios. El amor a Dios pasa,
necesariamente, por el amor a las personas que están cerca, sin importar
quiénes sean. Y el amor a sí mismo está relacionado con el respeto por la
dignidad personal; implica valorarse a sí mismo.”
Tenemos muchas maneras de rechazar la vida en el amor. Nos hacemos ídolos que reemplazan a Dios y a nuestros hermanos. El
afán por tener dinero para consumir, la búsqueda de poder y dominación, el
individualismo egoísta que nos cierra en nosotros mismos, el culto a nuestro
cuerpo, los vicios que van enfermándonos hasta el abandono mediocre sin remedios… son los ídolos modernos. Ser idolátricos
no es poseer unos cuadros o estatuas a través de los cuales nos dirigimos a
Dios, es desviar la atención del amor a Dios y al prójimo hacia las cosas y
pasar de largo frente al necesitado.
Bueno, todo esto hace mucho que lo sabemos. ¿Cuándo vamos a comenzar a vivirlo con humildad y sinceridad? La adoración que le debemos a Dios es amarlo
a él y a toda su creación, muy especialmente a la gente más frágil y necesitada.
jueves, 15 de marzo de 2012
"Apenas salió el demonio, habló el mudo"
“El Evangelio de Hoy”: Lucas 11,14-23
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, Jesús estaba echando un
demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se
quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: "Si echa los demonios es
por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios." Otros, para ponerlo a prueba, le pedían
un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino
en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás
está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo echo los
demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de
Belzebú, sus hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán sus
jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el
reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado
guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta
y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no
está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama." Palabra del Señor.
Reflexión
Nuestro mundo está viciado de gente que no tienen la capacidad para expresarse, que no pueden
hablar, que son mudas. La Buena Noticia que Jesús aporta devuelve la capacidad
de hablar a los enmudecidos de su tiempo. Pero recordemos que Jesús está vivo y quiere seguir liberando
a los mudos de hoy. Tantas personas acalladas por la realidad de injusticias,
de desigualdad, de corrupción y politiquería imperantes. Muchos de los que se
expresan, lo hacen con voces importadas, son comprados por los que ostentan el
poder político y económico. La vergonzante desigualdad que vivimos en nuestros
pueblos nos hace vender la voz para poder sobrevivir. Otros las cambian por
comodidades y placeres.
Frente a ello, Jesús nos ofrece libertad integral. Quiere liberarnos de estos demonios del dinero y
el poder que no nos dejan decir con sinceridad lo que sentimos, sabemos y
padecemos. No podemos continuar callando forzosamente ante tantas situaciones
deshumanizantes que esclavizan a los más empobrecidos. Todo el dinero malgastado
en la propaganda política para condicionar a la gente en su intensión de voto,
por ejemplo, pudiera servir para desarrollar proyectos económicos de promoción
de empleos con los que las personas pudieran ganarse dignamente su salario y no
tener que depender la casualidad o de prebendas.
Cuando Jesús libera del demonio que enmudece, está devolviendo la capacidad
crítica, la posibilidad de expresar sus ideas, de aceptar o negarse a
propuestas externas. Así las personas pueden ofrecer sus aportes personales en
los diferentes procesos sociales.
Pero como en aquel tiempo, que quisieron desviar la atención con acusaciones de que Jesús hacía el
bien con el poder del mal, hoy se recurre al mismo vicio de condenar a los que
se atreven a cuestionar la realidad y a proponer cambios liberadores y
humanizadores. No nos dejemos callar la boca por dinero, por chismes, ni por
oferta alguna de bienes. Sigamos atentos y atentas a o que Dios pueda decirnos
en cada coyuntura. Acojamos con alegría las posibilidades de cambios positivos a
favor de la vida. Construyamos espacios de participación y de búsqueda de
proyectos comunes de crecimiento integral. “El Evangelio de Hoy”, la Palabra de
Dios, nos cede la palabra, utilicémosla para el bien de todos y todas.
miércoles, 14 de marzo de 2012
"EL SENTIDO DE LA LEY"
“El Evangelio de Hoy”:Mateo 5,17-19
Lectura del santo evangelio según san
Mateo:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "No crean que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he
venido a abolir, sino a dar plenitud. les aseguro que antes pasarán el cielo y
la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que
se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los
hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los
cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos." Palabra del SeñorReflexión.
La ley surgió como garantía de igualdad, de libertad y de organización
del pueblo de Dios. Ningún pueblo puede vivir sin un mínimo de organización.
Tenemos que ponernos de acuerdo en el cómo nos relacionaremos mutuamente, para
poder vivir juntos sin que nadie se aproveche de los otros de manera dañina.
Por eso Jesús declara que ha venido a cumplir la ley. En el fondo, la
ley es el amor, el buscar lo mejor para los otros. Cuando las leyes no aportan
vida, convivencia, acuerdo entre todos… se convierten en opresoras. Por lo
tanto, el espíritu de la ley es liberador y garante de unas relaciones justas
para todo el pueblo. La ley que fundamentaba la justicia se convirtió en un
instrumento de dominación y deshumanización. Tal vez lo mismo ha pasado con la
propuesta de Jesús: el Reino. La excesiva institucionalización del mensaje
evangélico fue opacando poco a poco la fuerza liberadora de la Buena Noticia de
la salvación anunciada y testimoniada por Jesús.
El que vive la ley tiene que
vivirla en el amor, es la única manera de salir adelante con el proyecto
cristiano. Cómo Jesús somos llamados a la vida en el amor. Así quedará vivida
la ley en su totalidad. Se pasa de un cumplimiento a un servicio desinteresado
a favor del bien común. Vivamos alegres en fe y dejemos que esta inunde todos los
rincones de nuestra existencia.
martes, 13 de marzo de 2012
SER PERDONADOS Y PERDONAR
“El Evangelio de Hoy”: Mateo 18,21-35
Lectura del santo evangelio según san
Mateo:
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y
preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo
que perdonar? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta: "No te digo
hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el
reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados.
Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como
no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus
hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus
pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré
todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar,
perdonándole la deuda.
Pero, al salir, el empleado aquel
encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo
estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero,
arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te
lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara
lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y
fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le
dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo
pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve
compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta
que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con ustedes mi Padre del cielo, si cada
cual no perdona de corazón a su hermano."
Reflexión.
El tema del perdón en la vida cristiana
no es algo periférico, es un asunto esencial. El perdón es una de las formas
privilegiadas de amar y aquí recordamos que el amor es gratuito, no se ama, no
se perdona a alguien por ser bueno o a cambio de algo sino porque tú lo ama y
tú practica la bondad. No es nada normal la práctica del perdón, por el
contrario, lo normal es el odio, las venganzas, los conflictos mutuos y el
rencor. Pero los que seguimos a Jesús sabemos que él perdonó siempre y dio su
vida por nosotros. Si lo seguimos a él, él es nuestro maestro y por lo tanto,
vivimos como él.
Sabemos que el rencor ha provocado
muchos males y sufrimientos en nuestro mundo, desde los hogares nuestros, hasta
conflictos internacionales y grandes guerras. Frente a las agresiones mutuas y
a la facilidad con la que creamos enemigos, la propuesta de Jesús puede sonar a
nuestros oídos un poco extraña. Perdonar siempre, en todo momento y circunstancia,
sin medir la gravedad de los acontecimientos. Perdonar significa aceptar,
acoger, comprender, sanar las heridas causadas por el acto ofensivo. ¡Cuánta
urgencia tiene nuestro mundo de un “auténtico perdón” que contribuya a la
creación de un ambiente de paz y justicia entre toda la humanidad!
Recordemos que rezando el padrenuestro
decimos “perdonas nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos
ofenden. Sin quererlo o conscientemente, ofendemos, causamos mal, provocamos
molestias… Sigamos creciendo en este ejercicio de pedir perdón y de perdonar,
eso nos hará mucho más libres, alegres y humanos frente a los demás y con
ellos. Hoy es un buen día para abrirnos al perdón de Dios y de los que
comparten nuestras vidas, una magnífica oportunidad para perdonar. Se perdona
por amor y se gana más amor...
lunes, 12 de marzo de 2012
JESUS, DE TODOS Y PARA TODOS
“El Evangelio de Hoy”: Lucas
4,24-30
Lectura del santo evangelio según
san Lucas:
En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en
la sinagoga de Nazaret: "Les aseguro que ningún profeta es bien mirado en
su tierra. Les garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías,
cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre
en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a
una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en
Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado,
más que Naamán, el sirio."
Al oír esto, todos en la sinagoga se
pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un
barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. Palabra del señor.
Reflexión.
Este texto viene a
recordarnos que Dios no es propiedad privada de un pueblo, ni de un grupo
humano, ni de una Iglesia o una persona, es el Creador y salvador de todo el
Universo. Por eso, su Hijo Jesús aporta también un mensaje universal de
salvación. Su misión, Buena Noticia para todos y todas, se revela a las
naciones. En él se cumplen las promesas
del Señor. Con Jesús se ha inaugurado el tiempo de la liberación y de la
salvación para el pueblo. Jesús denuncia la ceguedad de los dirigentes
religiosos del pueblo, a quienes cuesta reconocer su mesianismo, y anuncia que
los paganos, excluidos y marginados son también destinatarios del evangelio.
Por eso tenemos que
continuar creciendo en la fe. Saber adherirnos a Jesús y su mensaje. Asimilar
en nuestra propia vida la fuerza de su evangelio para que produzca frutos reales de salvación. No habremos sacado
provecho de la misión de Jesús hasta no ser personas abiertas a los demás y reconocedores
y reconocedoras de sus opciones personales y comunitarias. Nuestro mundo
necesita personas y comunidades solidarias y dialogantes, capaces de crear
ambientes de paz y comprensión.
En el fondo, el “Evangelio
de Hoy” es un fuerte llamado a la colaboración interdisciplinaria y plural. En
medio de crisis de todo tipo que no dan indicios de terminar, somos invitados a
ofrecer soluciones compartidas. De nada
sirve asumir cada sector sus propias convicciones aisladas. El diálogo puede
llevarnos, sin perder nuestra identidad, a reconocer de manera más efectiva y
afectiva, la presencia del Espíritu salvando y animando la historia de acuerdo
al plan de salvación de Dios. Demos gracias a Dios por incluirnos en su
proyecto amoroso de salvación. Amén.
domingo, 11 de marzo de 2012
LA INDIGNACIÓN DE JESUS
“El Evangelio de Hoy”: Juan
2,13-25
Lectura del santo evangelio según
san Juan:
Se acercaba la Pascua de los judíos,
y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes,
ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles,
los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció
las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
"Quiten esto de aquí; no conviertan en un mercado la casa de mi
Padre." Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "El celo
de tu casa me devora." Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
"¿Qué signos nos muestras para obrar así?" Jesús contestó:
"Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré." Los judíos
replicaron: "Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú
lo vas a levantar en tres días?" Pero hablaba del templo de su cuerpo. Y,
cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo
había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las
fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía;
pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba
el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de
cada hombre. Palabra del Señor.
Reflexión invitada.
LA
INDIGNACIÓN DE JESÚS
Acompañado de sus discípulos, Jesús sube por primera vez a Jerusalén para
celebrar las fiestas de Pascua. Al asomarse al recinto que rodea el Templo, se
encuentra con un espectáculo inesperado. Vendedores de bueyes, ovejas y palomas
ofreciendo a los peregrinos los animales que necesitan para sacrificarlos en
honor a Dios. Cambistas instalados en sus mesas traficando con el cambio de
monedas paganas por la única moneda oficial aceptada por los sacerdotes.
Jesús se llena de indignación. El narrador describe su reacción de manera
muy gráfica: con un látigo saca del recinto sagrado a los animales, vuelca las
mesas de los cambistas echando por tierra sus monedas, grita: «No convirtáis en un mercado la casa de
mi Padre».
Jesús se siente como un extraño en aquel lugar. Lo que ven sus ojos nada
tiene que ver con el verdadero culto a su Padre. La religión del Templo se ha
convertido en un negocio donde los sacerdotes buscan buenos ingresos, y donde
los peregrinos tratan de “comprar” a Dios con sus ofrendas. Jesús recuerda
seguramente unas palabras del profeta Oseas que repetirá más de una vez a lo
largo de su vida: «Así dice
Dios: Yo quiero amor y no sacrificios».
Aquel Templo no es la casa de un Dios Padre en la que todos se acogen
mutuamente como hermanos y hermanas. Jesús no puede ver allí esa “familia de
Dios” que quiere ir formando con sus seguidores. Aquello no es sino un mercado
donde cada uno busca su negocio.
No pensemos que Jesús está condenando una religión primitiva, poco
evolucionada. Su crítica es más profunda. Dios no puede ser el protector y
encubridor de una religión tejida de intereses y egoísmos. Dios es un Padre al
que solo se puede dar culto trabajando por una comunidad humana más solidaria y
fraterna.
Casi sin darnos cuenta, todos nos podemos convertir hoy en “vendedores y
cambistas” que no saben vivir sino buscando solo su propio interés. Estamos
convirtiendo el mundo en un gran mercado donde todo se compra y se vende, y
corremos el riesgo de vivir incluso la relación con el Misterio de Dios de
manera mercantil.
Hemos de hacer de nuestras comunidades cristianas un espacio donde todos
nos podamos sentir en la «casa
del Padre». Una casa acogedora y cálida donde a nadie se le cierran
las puertas, donde a nadie se excluye ni discrimina. Una casa donde aprendemos
a escuchar el sufrimiento de los hijos más desvalidos de Dios y no solo nuestro
propio interés. Una casa donde podemos invocar a Dios como Padre porque nos
sentimos sus hijos y buscamos vivir como hermanos.
José Antonio Pagola.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)